Si; os preguntaréis cual es la relación que veo entre estos
tres conceptos, si bien se puede intuir dado el escenario actual…Me explico...
Efectivamente, estamos en tiempos de crisis y eso,
obviamente no es ninguna novedad para nadie, y solamente oímos hablar de
recortes y más recortes. Realmente está claro que se debe hacer más con menos y
eso ya es una realidad, aunque no nos gusta.
Por otro lado, también está claro que la divulgación
científica es una parte de la investigación que cada vez adquiere mayor
importancia. Tal y como define Wikipedia:
La divulgación científica es el
conjunto de actividades que interpretan y hacen accesible el conocimiento científico al público general, es decir, a todas aquellas
labores que llevan el conocimiento científico a las personas interesadas en
entender o informarse de ese tipo de conocimiento. La divulgación pone su
interés no sólo en los descubrimientos científicos del momento (por ejemplo, la
determinación de la masa del neutrino), sino también en teorías más o menos bien
establecidas o aceptadas socialmente (por ejemplo, la teoría de la evolución) o incluso en campos enteros del conocimiento
científico (por ejemplo, la historia de la astronomía).
Entonces, ¿quién tiene que divulgar esta investigación?, recientemente ha adquirido, por fin, bastante
relevancia la figura del ‘periodista científico’. El periodismo científico, se
define como: un periodismo especializado centrado en
contenidos científicos y/o tecnológicos. Esta actividad es estrictamente
periodística, es decir, obedece a los métodos, objetivos, valores, intereses, ethos..., del periodismo, no
necesariamente de la ciencia. El quehacer científico ve en los medios un
cauce importante para divulgar su saber y su hacer, pues la continuidad de
ciertas investigaciones depende en gran medida de la percepción social de la
mismas.
Por otro lado, y últimamente, estoy viendo que muchos investigadores se han puesto “manos a
la obra” y están haciendo divulgación
utilizando las herramientas, sobre todo que les ofrece la web 2.0: blogs,
twitter, youtube, vimeo, redes sociales – de investigación: Research gate,
Mendeley o bien de ámbito general como Facebook-, revistas digitales, etc..
Así pues, a mi modo de ver hay dos formas de realizar la divulgación
de la ciencia: o bien un periodista científico se pone en contacto con un
investigador (o grupo de investigación o institución) para recabar información
sobre los resultados de una investigación (aunque sean parciales) y publicarlos
en un formato accesible para el público en general, o bien, el propio
investigador (o grupo) decide hacer públicas informaciones sobre sus
investigaciones utilizando las herramientas de comunicación que tiene a su
alcance. Para mí, ambas posibilidades son buenas, aunque diferentes. Es decir,
mientras que el investigador/grupo puede decidir difundir cualquier información
en cualquier momento del proceso científico, en el caso del periodismo
científico, esta información tiene que tener ya unos resultados y adquirir una
relevancia notoria para que pueda considerarse “noticiable”, por lo tanto, en
ambos casos la labor es necesaria y hasta complementaria.
Entonces, ¿qué tiene todo esto que ver con la crisis? Pues, en
este este escenario de recortes y que se debe incentivar la financiación
privada en la investigación, los propios investigadores, por decirlo con un
término no demasiado ortodoxo, tendrán que buscarse más la vida, y una buena
forma es dando a conocer su trabajo y sus resultados al público en general. La
mejor manera que tienen, en estos momentos, es a través de herramientas 2.0
como he mencionado antes. Y con todo esto llego al último concepto del título
del post… ¿qué tiene todo esto que ver con el currículum? Pues está claro que
actualmente hay ya varios investigadores que están haciendo una gran labor de
divulgación (ejemplos como: J. M. Mulet @jmmulet, José M. López Nicolás
@ScientiaJMLN, Joaquin Sevilla @Joaquin_Sevilla
y ya sé que me dejo muchos). Ellos están haciendo una gran labor y un
gran esfuerzo porque está claro que un brillante investigador no tiene por qué
ser un brillante comunicador, aunque estoy viendo casos realmente excepcionales
en que sí que se cumple, como los mencionados.
Pero entonces, ¿se debería
recompensar este esfuerzo extra que están realizando? Yo creo que si…
Recientemente he visto la iniciativa del Campus de Excelencia Internacional
Agroalimentario CEIA3, que solicitará a la CRUE que la divulgación científica
compute en el currículum del profesorado universitario (ver propuesta).
Pues sería una buena opción para el fomento de la divulgación y estoy
totalmente de acuerdo con esta iniciativa. Sería muy interesante que un
investigador, o grupo, pudiera tener como actividad de investigación dentro de
su currículum, las actividades de difusión realizadas. De hecho ya existen
algunas dentro del currículum, porque, por ejemplo, la intervención en un
congreso, no deja de ser una actividad de difusión. Además, la divulgación a
través de herramientas 2.0 es medible (impacto y citaciones con las nuevas
métricas que se están definiendo, altmetrics), por lo tanto, lo veo como una
buena opción… siempre desde mi opinión personal, claro.
¡¡Muchas gracias por la cita!!
ResponderEliminarInteresante cuestión la que planteas. Está bien que la divulgación sea tenida en cuenta de alguna manera, pero habrá que pensar con cuidado la forma. Hay disciplinas en las que resultaría más fácil, mientras que en otras la cosa puede no ser nada evidente. En cualquier caso, es un buen camino que recorrer.
Si, estoy muy de acuerdo! Saludos (y de nada, un placer, como siempre)
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn saludo!!